Iglesia El Redentor

Iglesia   El  Redentor

martes, 22 de abril de 2014

Exultet o Pregón Pascual . Recordemos Nuestra Celebración del 2014.

Solemne Vigilia Pascual

La Bendición del fuego, el agua, el canto del Pregón Pascual y el canto de Gloria a 

Dios, fueron los elementos  principales en la solemne celebración de la Vigilia Pascual 

la noche del 19 de Abril, sábado de Gloria, la cual fue presidida por Su Eminencia

Cardenal Leopoldo José Brenes, Arzobispo Metropolitano de Managua, quien en su 

homilía destacó la importancia de la Resurrección de Jesucristo invitando a todos los 

fieles a asumir sus compromisos como Cristianos.





Recursos sobre la Pascua:


En Nuestra  Parroquia  el  Redentor  las  comunidades  neocatecumenales  también  celebramos  la  Vigilia Pascual.
El Exultet  o  Pregón  Pascual    se cantó en español...


Como dice acertadamente el padre Andrés Azcárate, en el que fue en su tiempo famosísimo misal diario para América (*), el elogio del Cirio que se canta al principio de la Vigilia de Pascua:

"es una pieza literaria henchida de poesía y de lirismo y también de alta teología, donde se hace resaltar la caída del hombre, las tinieblas y la esclavitud en que por ella fue sumida la humanidad, la Redención por Jesucristo y la gloriosa Resurrección; cantado todo con un entusiasmo que contagia a la multitud... en esta noche que podría llamarse Noche de la Luz".


Escuchemos   la  ejecución  de  Kiko Arguello



TEXTO COMPLETO] Homilía del Papa Francisco en Vigilia Pascual 2014


Desde  Nicaragua
Comunidad  neocatemunenal  N.20 
" El Redentor ".
  

lunes, 3 de febrero de 2014

El Papa Francisco al Camino Neocatecumenal: Dios siempre nos Precede, Lleven a todos el amor de Dios

VATICANO, 01 Feb. 14 / 10:25 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Francisco recibió esta mañana en el Aula Pablo VI del Vaticano a más de ocho mil miembros del Camino Neocatecumenal, a quienes exhortó a evangelizar con amor y a quienes dio tres sencillas recomendaciones para realizar esta tarea, de manera especial a las 414 familias que parten en misión a distintos lugares del planeta. 
 A continuación, el discurso completo del Santo Padre Queridos hermanos y hermanas:  Agradezco al Señor por la alegría de su fe y por el ardor de su testimonio cristiano, ¡gracias a Dios! Los saludo a todos cordialmente, para comenzar al equipo responsable internacional del Camino Neocatecumenal, junto a los sacerdotes, seminaristas y catequistas. Un saludo lleno de afecto para los niños, presentes aquí en gran número. Mi pensamiento va de modo especial a las familias que irán a diversas partes del mundo para anunciar y testimoniar el Evangelio. ¡La Iglesia les está agradecida por su generosidad! Gracias por todo lo que hacen en la Iglesia y en el mundo. Y precisamente en nombre de la Iglesia, nuestra Madre, la Santa Madre Iglesia jerárquica, como le gustaba decir a San Ignacio, me gustaría ofrecerles algunas recomendaciones sencillas.
 La primera es la de tener el máximo cuidado para construir y conservar la comunión dentro de las Iglesias particulares en las que irán a operar. El Camino tiene su propio carisma, su propia dinámica, un don, que como todos los dones del Espíritu tiene una profunda dimensión eclesial. Eso significa ponerse a la escucha de la vida de las Iglesias, a las que sus responsables los envían, valorando sus riquezas, sufriendo por sus debilidades si fuera necesario y caminando juntos, como un único rebaño bajo la guía de los Pastores de las iglesias locales. La comunión es esencial: a veces puede ser mejor renunciar a vivir en todos sus detalles aquello que su itinerario exigiría, para garantizar la unidad entre los fieles que forman la única comunidad eclesial, de la que siempre deben sentirse parte.
 Otra indicación: adonde sea que vayan, les hará bien pensar que el Espíritu de Dios siempre llega antes que nosotros. Esto es importante: ¡El Señor siempre nos precede! Piensen en Felipe, cuando el Señor lo envía por aquel camino en el que encuentra un administrador sentado en su carruaje. El Espíritu llegó primero: él leía al profeta Isaías y no entendía, pero el corazón ardía. Así, cuando Felipe se le acerca, él está preparado para la catequesis y para el Bautismo. ¡El Espíritu siempre nos precede! ¡Dios siempre llega antes que nosotros! Incluso en los lugares más remotos, incluso en las culturas más distintas, Dios esparce por doquier la semilla de su Palabra.
 De ahí brota la necesidad de prestar especial atención al contexto cultural en el que ustedes como familias van a obrar: se trata de un ambiente que es a menudo muy diferente del que provienen. Muchos de ustedes se tomarán el trabajo de aprender el idioma local, a veces difícil, y este esfuerzo es apreciable. Tanto más importante será su esfuerzo de ‘aprender’ las culturas que encontrarán, sabiendo reconocer la necesidad del Evangelio que está presente en todo lugar, pero también considerando la acción que el Espíritu Santo ha realizado en la vida y en la historia de cada pueblo. Y, finalmente, los exhorto a cuidar con amor los unos de los otros, en particular a los más débiles.
 El Camino Neocatecumenal, en cuanto itinerario de descubrimiento del propio Bautismo, es un camino exigente y largo en el cual un hermano o hermana pueden encontrar dificultades imprevistas. En estos casos, el ejercicio de la paciencia y de misericordia por parte de la comunidad es un signo de madurez en la fe. La libertad de cada individuo no debe ser forzada, se debe respetar también la eventual opción de los que deciden buscar, fuera del Camino, otras formas de vida cristiana que los ayuden a crecer en su respuesta a la llamada del Señor Queridas familias, queridos hermanos y hermanas, los aliento a llevar por doquier, incluso en los ambientes más descristianizados, en especial a las periferias existenciales, el Evangelio de Jesucristo. Evangelicen con amor, lleven a todos el amor de Dios.
Digan a los que encuentren por los caminos de su misión que Dios ama al hombre tal como es, aun con sus limitaciones, con sus errores, con sus pecados. Y por eso ha enviado a su Hijo para que Él tomara nuestros pecados sobre sí. Sean mensajeros y testimonios de la infinita bondad del Padre y de su misericordia inagotable. Los encomiendo a nuestra Madre María, para que inspire y sostenga siempre su apostolado. A la escuela de esta tierna Madre, sean misioneros celosos y alegres. ¡No pierdan la alegría! ¡Adelante!

jueves, 2 de enero de 2014

RITO DE LA ADMISIÓN AL CATECUMENADO

 ENCUENTRO CON LOS CATECÚMENOS
EN LA CLAUSURA DEL AÑO DE LA FE
HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Basílica Vaticana
Sábado 23 de noviembre de 2013

Queridos catecúmenos:
Este momento conclusivo del Año de la fe os ve aquí reunidos con vuestros catequistas y familiares, en representación también de muchos otros hombres y mujeres que están realizando, en diversas partes del mundo, vuestro mismo itinerario de fe. Espiritualmente, estamos todos unidos en este momento. Venís de muchos países diversos, de tradiciones culturales y experiencias diferentes. Sin embargo, esta tarde sentimos que entre nosotros tenemos muchas cosas en común. Sobre todo tenemos una: el deseo de Dios. Este deseo lo evoca las palabras del salmista: «Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?» (Sal 42, 2-3). ¡Cuán importante es mantener vivo este deseo, este anhelo de encontrar al Señor y hacer experiencia de su amor, hacer experiencia de su misericordia! Si llega a faltar la sed del Dios vivo, la fe corre el riesgo de convertirse en rutina, corre el riesgo de apagarse, como un fuego que no se reaviva. Corre el riesgo de llegar a ser «rancia», sin sentido.
El relato del Evangelio (cf. Jn 1, 35-42) nos ha presentado a Juan el Bautista que indica a sus discípulos a Jesús como el Cordero de Dios. Dos de ellos siguen al Maestro, y luego, a su vez, se convierten en «mediadores» que permiten a otros encontrar al Señor, conocerle y seguirle. Hay tres momentos en este relato que hacen referencia a la experiencia del catecumenado. En primer lugar está la escucha. Los dos discípulos escucharon el testimonio del Bautista. También vosotros, queridos catecúmenos, habéis escuchado a quienes os hablaron de Jesús y os propusieron seguirle, llegando a ser sus discípulos por medio del Bautismo. En el tumulto de muchas voces que resuenan en torno a nosotros y dentro de nosotros, vosotros habéis escuchado y acogido la voz que os indicaba a Jesús como el único que puede dar sentido pleno a nuestra vida.
El segundo momento es el encuentro. Los dos discípulos encuentran al Maestro y permanecen con Él. Tras haberle encontrado, advierten inmediatamente algo nuevo en su corazón: la exigencia de transmitir su alegría también a los demás, a fin de que también ellos lo puedan encontrar. Andrés, en efecto, encuentra a su hermano Simón y lo conduce a Jesús. ¡Cuánto bien nos hace contemplar esta escena! Nos recuerda que Dios no nos ha creado para estar solos, cerrados en nosotros mismos, sino para encontrarle a Él y para abrirnos al encuentro con los demás. Dios, el primero, viene hacia cada uno de nosotros; y esto es maravilloso. Él viene a nuestro encuentro. En la Biblia Dios aparece siempre como Aquél que toma la iniciativa del encuentro con el hombre: es Él quien busca al hombre, y generalmente le busca precisamente mientras el hombre atraviesa la experiencia amarga y trágica de traicionar a Dios y de huir de Él. Dios no espera a buscarle: le busca inmediatamente. Nuestro Padre es un buscador paciente. Él nos precede y nos espera siempre. No se cansa de esperarnos, no se aleja de nosotros, sino que tiene la paciencia de esperar el momento favorable del encuentro con cada uno de nosotros. Y cuando tiene lugar el encuentro, nunca es un encuentro apresurado, porque Dios desea permanecer largo rato con nosotros para sostenernos, para consolarnos, para donarnos su alegría. Dios se apresura para encontrarnos, pero nunca tiene prisa para dejarnos. Permanece con nosotros. Como nosotros le anhelamos y le deseamos, así también Él tiene deseo de estar con nosotros, porque nosotros pertenecemos a Él, somos «propiedad» suya, somos sus creaturas. También Él, podemos decir, tiene sed de nosotros, de encontrarnos. Nuestro Dios está sediento de nosotros. Éste es el corazón de Dios. Es hermoso sentir esto.
El último rasgo del relato es caminar. Los dos discípulos caminan hacia Jesús y luego hacen un tramo del camino junto a Él. Es una enseñanza importante para todos nosotros. La fe es un camino con Jesús. Recordad siempre esto: la fe es caminar con Jesús; y es una que dura toda la vida. Al final tendrá lugar el encuentro definitivo. Cierto, en algunos momentos de este camino nos sentimos cansados y confundidos. Pero la fe nos da la certeza de la presencia constante de Jesús en cada situación, incluso en la más dolorosa o difícil de entender. Estamos llamados a caminar para entrar cada vez más dentro del misterio del amor de Dios, que nos sobrepasa y nos permite vivir con serenidad y esperanza.
Queridos catecúmenos, hoy vosotros iniciáis el camino del catecumenado. Os deseo que lo recorráis con alegría, seguros del apoyo de toda la Iglesia, que os mira con mucha confianza. María, la discípula perfecta, os acompaña: es hermoso sentirla como nuestra Madre en la fe. Os invito a custodiar el entusiasmo del primer momento que os ha hecho abrir los ojos a la luz de la fe; a recordar, como el discípulo amado, el día, la hora en la que por primera vez os habéis quedado con Jesús, habéis sentido su mirado sobre vosotros. No olvidéis nunca esta mirada de Jesús sobre ti, sobre ti, sobre ti... ¡No olvidar nunca esta mirada! Es una mirada de amor. Y así estaréis siempre seguros del amor fiel del Señor. Él es fiel. Tened la certeza: Él no os traicionará jamás.

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARET


PAPA FRANCISCO
ÁNGELUS 
Plaza de San Pedro
Jueves 29 de diciembre de 2013

 
Ángelus...

Oración a la Sagrada Familia
Jesús, María y José
en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor,
a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret,
haz también de nuestras familias
lugar de comunión y cenáculo de oración,
auténticas escuelas del Evangelio
y pequeñas Iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret,
que nunca más haya en las familias episodios
de violencia, de cerrazón y división;
que quien haya sido herido o escandalizado
sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret,
que el próximo Sínodo de los Obispos
haga tomar conciencia a todos
del carácter sagrado e inviolable de la familia,
de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José,
escuchad, acoged nuestra súplica.


domingo, 29 de diciembre de 2013

viernes, 16 de agosto de 2013

Evangelizar Via Pulchritudinis

Nuestra comunidad, haciendo eco a las exhortaciones del Beato Juan Pablo II y Benedicto XVI aprovechamos todas  las oportunidades  que  tenemos   para  Evangelizar.

El  evangelio  lo  vamos anunciar en las calles , en el trabajo .
Utilizaremos las herramientas que sean necesarias, hoy  proponemos :
 Evangelizar con el Arte.
Sometemos a  vuestra  consideraciòn    los  Símbolos  Cristianos,  El  arte  paleocristiano.


    La vía de la belleza para anunciar  El Evangelio        " Via Pulchritudinis".

Lo  que las palabras  dicen  al  oído, el  arte  lo  muestra en silencio...